El presidente de la Conferencia Episcopal inició la maratón de misas anticipada por LPO y advirtió por el avance del narcotráfico en lugar del Estado.
La Iglesia volvió a cargar contra el Gobierno y dijo que a quienes recorren los barrios para dar de comer a personas en situación de calle les «arrancan la comida».
Oscar Ojea, presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, se refirió en este tono en La Matanza, en el inicio de la maratón de misas que organizan los curas villeros para denunciar la situación social, que como anticipó tienen el aval del Papa Francisco.
En la homilía, Ojea dijo que la Iglesia trabaja «para no entregar nuestros barrios al narcotráfico, para no entregar nuestros barrios al enemigo que se constituye en dueño de nuestras vidas y que va formando un ‘estado’ dentro de otro Estado».
«Estamos a tiempo, hay tanto que hacer, tanto que trabajar, cada uno tiene que mirar su responsabilidad. Nuestras mujeres se encuentran con estos chicos y estas chicas, y a veces también se encuentran con adultos», dijo Ojea, de línea directa con el Papa.
«Hoy es tanta la confusión en muchas situaciones en nuestros barrios que a veces la gente se enoja y viene enojada a pedir comida. No lo vemos solamente en nuestros barrios, lo vemos también con personas en situación de calle. El otro día me decía un señor que trabaja durante la noche recorriendo la ciudad para dar de comer: ‘Padre, me arrancan la comida, ahora me arrancan la comida, no me esperan'», explicó el obispo de San Isidro.
El malestar de la Iglesia con el Gobierno se disparó por el escándalo de los alimentos y tuvo como máxima muestra la decisión del arzobispo porteño, monseñor Jorge García Cuerva, de abrir las puertas de la Catedral para servir porciones de comida a los más necesitados.