La plana mayor de AGMER sesionó con el ciclo lectivo conmocionado por el calor. El gremio concluyó que «había que tomar decisiones simples y realistas».
La Comisión Directiva Central de AGMER y los secretarios generales de las 17 seccionales departamentales de la provincia sesionaron en plenario este jueves en Colón con el ciclo lectivo en Entre Ríos convulsionado, a pocos días de iniciar, por la impactante ola de calor que azota a la región y puso en tensión el dictado de clases debido a la falta de condiciones en muchas escuelas.
El documento del plenario, un extenso texto de 10.700 palabras, dedica un párrafo al extraordinario tema climático de actualidad. En pocas y simples palabras los dirigentes esbozaron una tenue crítica a la manera en que el Consejo General de Educación (CGE) administró el problema, que se agudizó esta semana con manifestaciones de estudiantes dentro de las escuelas y en las calles.
Corriéndose de la urgencia, el comunicado del plenario se centró en los riesgos que corre la democracia en el país y en la región y en la defensa de la educación pública y el trabajo docente frente al avance de «tendencias mezquinas, individualistas, a favor del lucro y la voracidad permanente del mercado».
Sobre la ola de calor, la conducción de AGMER consideró que «pone sobre la mesa lo que falta y demuestra la necesidad de que la imprescindible presencia del Estado sea permanente y efectiva, garantizando las condiciones de trabajo y de aprendizaje». Y propuso: «de esta emergencia devenida del cambio climático (…) debemos sacar conclusiones que se transformen en aprendizajes».
«El debate y la preocupación debe desarrollarse despojado de todo interés mezquino», advierte el comunicado. Es un mensaje a las líneas y corrientes internas del sindicato que simpatizan o militan para partidos de la oposición provincial y aprovechan el malestar que devino en esta semi-crisis del calor para alentar el descontento en las bases docentes contra las conducciones del gremio y el gobierno provincial.
En su mensaje a las autoridades educativas de la provincia, los secretarios generales analizan que «había que tomar decisiones simples y realistas, que atendieran primero a los más necesitados. Alcanzaba para evitar malestar y confusión una comunicación escrita desde el CGE a las Direcciones Departamentales de Escuelas recordando que (…) se encuentra vigente y a disposición la Resolución 4950/22 de Calendario Escolar en referencia a las emergencias climáticas».
Se trata de la Resolución que faculta a los equipos directivos de las escuelas a suspender las actividades ante «factores climáticos (…) que impliquen riesgos para el alumnado y personal». La misma normativa habilita que «las escuelas, según la realidad de sus zonas, podrán modificar el horario escolar por razones climáticas».
Por fuera de las urgencias que docentes y alumnos atraviesan en estos mismos momentos y días, los dirigentes del sindicato sacan conclusiones para otros eventuales escenarios futuros como el actual: «Habremos aprendido, entonces, que los emergentes necesitan de medidas ágiles y flexibles, mientras dure la emergencia», reflexiona el comunicado.
Además, cuestionaron «la deuda en la infraestructura edilicia», entre otras falencias en las escuelas y evaluaron que «no se puede reflexionar sobre la ola de calor sin la transversalidad de la educación ambiental».
Como es habitual, el plenario acordó un pliego de reivindicaciones que en esta ocasión incluye:
– «Pago adeudado y aumento de partidas de limpieza»
– «Aumento de partidas para los comedores escolares»
– «Provisión urgente de equipamiento para la seguridad en los edificios escolares y el cumplimiento de las condiciones mínimas (…) laborales y de enseñanza y aprendizaje»
– «Urgente liquidación por Complementaria de las diferencias salariales»
– «Pago de todo lo adeudado de los programas socioeducativos de financiamiento nacional»
– «Pase a Planta Permanente de todas las horas temporarias y cargos pendientes de estabilidad laboral»
– «Emisión de todas las credenciales pendientes para el Nivel Secundario»
El documento completo
A cuatro décadas de vigencia
Defender la Democracia es alcanzar y afianzar derechos
Transitamos tiempos agitado. El mundo después de la pandemia ha vuelto a poner en la superficie la división existente entre una parte –mayoritaria- de la humanidad que se manifiesta ejercitada y solidaria con los derechos humanos, las conquistas sociales y laborales, defensora del ambiente y la salud del planeta frente a las tendencias mezquinas, individualistas, a favor del lucro y la voracidad permanente del mercado. Alguna vez afirmábamos que lo que enferma es el capitalismo. Hoy, además, pareciera que desde las entrañas de la historia volvieron las peores concepciones fascistas que parecían sepultadas pero que han vuelto a germinar primero en Europa y se han dispersado con notable facilidad por todo el planeta. Latinoamérica, particularmente nuestro país, ya convive y padece la pestilencia de sus discursos.
Dichos planteos, localmente se replicaron en días de pandemia y hoy conviven en una sociedad que se prepara para alcanzar cuarenta años ininterrumpidos de Democracia, de la que -hemos dicho- no es perfecta y que no habrá ejercicio pleno de la misma mientras haya un solo ciudadano pobre en Argentina. Y a partir de ahí todo lo demás: ni un pibe menos asesinado por las fuerzas del Estado, ni una mujer discriminada salarial y laboralmente, ni un monte más arrancado del ecosistema, etc, etc.
Este año el “Cuaderno de Apuntes” tiene como tema central la Democracia, como ejercicio de memoria permanente, como una necesidad de protegerla y reflexionarla día tras día. Y no es casualidad, nuestra Política Gremial la posiciona como la prioridad a ser tratada en este año. Porque nos preocupa que estemos asistiendo a los últimos meses de vigencia de la misma. Lo hemos dicho sin vueltas, si como sociedad no reaccionamos y ponemos un freno, en 2024 estaremos dando la disputa en una “democracia recortada en sus derechos y de baja intensidad”. Una democracia pensada, y que pretenden organizar y ejecutar desde los medios de comunicación hegemónicos, con un poder judicial que los blinda y CEOS gobernantes que se preparan para avanzar en una reforma laboral fulminante para los trabajadores y trabajadoras, extender la edad jubilatoria y avanzar en la reforma previsional, ahogar a las obras sociales, recortar presupuestos en salud, educación, ciencia y tecnología, devastar a la clase media, intervenir las organizaciones sindicales y sociales liberando así el campo para recortar derechos y sostener salarios a la baja. La democracia (insistimos, aún imperfecta) y los derechos que hoy conocemos dejarían de existir en este país.
El odio, la intolerancia, el desprecio por el que menos tiene, la desconfianza hacia el inmigrante procedente de países hermanos también se llevan de la mano con el desaliento, la sensación de derrota permanente, de la insatisfacción cotidiana que nos impregna de frustración constante. Estos mensajes generan la tentación fácil y riesgosa de reproducir el escepticismo. Porque así cada avance logrado “no es suficiente” “no sirve” “otra vez perdimos”. Entonces, las conquistas que podamos lograr (por escasas que sean) que son el resultado de una lucha dada en el conjunto, por el ejercicio individual de insatisfacción permanente, quedan ocultas. El poder hegemónico nos educa todos los días, desde que nos levantamos, a transitar en la derrota constante.
El debate electoral de este año alumbra el intento de intervenir las provincias con un arsenal discursivo altamente regresivo y persecutorio hacia los trabajadores. Definiciones pensadas desde el centralismo porteño y fogoneadas desde los medios de comunicación hegemónicos. Estas consignas, “forasteras” contienen conceptos perversos, palabras y frases “copadas”, fáciles de retener y de reproducir. Uno de ellos es el de “pandemia educativa”. Esto, en lo profundo, supone atacar llanamente el sistema educativo entrerriano y el Estatuto del Docente, vigente desde 1962. Lo atacan acusándolo de ser un modelo anacrónico, rutinario, un monstruo económicamente pesado que no rinde. Lo que todavía se cuidan de decir es que en realidad atacan al Estado como garante de derechos (no es novedoso este intento de desfinanciamiento, ya lo hemos resistido en los noventa). La Educación pública, como hoy la conocemos incluso con nuestras críticas, no existe ni en el Uruguay, ni Brasil, ni en Chile, muchísimo menos en EEUU (la meca de estos CEOS), la gratuidad en la Argentina se da desde los 3 años hasta terminar la universidad. Ni hablemos de la Salud Pública. Es decir, hay un Estado (no hablamos de gobierno) todavía garante de derechos. Y esta es la disputa central: el Estado. Porque este grupo de CEOS y tecnócratas candidatos no pretenden eliminar el Estado, lo quieren para ellos y el poder real que representan. En la pandemia real que padecimos el gran empresariado, con Clarín a la cabeza, fueron al Estado a reclamarle que los auxilie con el pago de los salarios. No son slogans vacíos de campaña, la “educación como servicio esencial” significa eliminar el derecho constitucional a huelga ocultado en una frase que parece copada y hasta de ocasión.
Este momento histórico nos obliga, como organización sindical a estar todavía más alertas, en el marco de los 50 años de la declaración de Huerta Grande y la creación de la CTERA como herramienta de unidad y lucha de la docencia organizada. Seguimos reivindicando nuestra condición de trabajadoras y trabajadores de la educación.
Venimos de alcanzar una propuesta de recomposición salarial del 40 % con los haberes de mayo (lo que la posiciona en una de las tres mejores del país, en el plano docente), no es un triunfo de un grupo de dirigentes, sino la conquista del conjunto de la docencia organizada. Sabemos que no es suficiente para sacar a un sector de compañeros y compañeras que todavía se encuentra bajo la línea de pobreza. Sabemos también que si no se frena la escalada inflacionaria en poco tiempo estaremos nuevamente dando la disputa salarial. Sin embargo nos aferramos en valorar el esfuerzo de lo colectivo, único resguardo frente a lo que tendremos que afrontar prontamente. Y así lo hemos impulsado y logrado desde nuestra representación en el CGE respecto a ámbitos paritarios, acuerdos y resoluciones que han garantizado procesos concursales y mayor estabilidad laboral.
Valoramos el acuerdo alcanzado por CTERA en la Paritaria Nacional, no solo en cuanto a definir un piso salarial que impactó favorablemente para las discusiones salariales provinciales como también en lo referente al Impuesto a las Ganancias que afecta a los salarios, eximiendo a miles de docentes de tal imposición injusta, sin abandonar la perspectiva de eliminar dicho gravamen para los trabajadores. Del mismo modo, el impulso del proyecto legislativo avalado por la CTERA de elevar al 8% del PBI la inversión educativa nacional.
Demandamos más Estado a favor de sus trabajadores y trabajadoras, de nuestros alumnos y alumnas y sus familias. Más Educación Pública, esto supone también plantear nuestras críticas y demandas. La presente “ola de calor” pone sobre la mesa lo que falta y demuestra la necesidad de que la imprescindible presencia del Estado sea permanente y efectiva garantizando las condiciones de trabajo y de aprendizaje, tanto de docentes como de nuestros gurises. De esta emergencia devenida del cambio climático, que ya venimos denunciando, todos y todas debemos sacar conclusiones que se transformen en aprendizajes. Entendemos que el debate y la preocupación debe desarrollarse despojado de todo interés mezquino. Había que tomar decisiones simples y realistas, que atendieran primero a los más necesitados. Alcanzaba para evitar malestar y confusión una comunicación escrita desde el CGE a las Direcciones Departamentales de Escuelas recordando que, ante situaciones imprevistas –como las que padecimos-, se encuentra vigente y a disposición la Resolución 4950/22 de Calendario Escolar en referencia a las emergencias climáticas. Habremos aprendido, entonces, que los emergentes necesitan de medidas ágiles y flexibles, mientras dure la emergencia. Todo ello sin contar la presente deuda en la infraestructura edilicia, en la conectividad digital partiendo de la comunicación como derecho humano y herramienta pedagógica; y en los necesarios criterios de organización institucional que forman parte de nuestras formaciones docentes, pilar de una escuela pública abierta, democrática y espacio vital para un pensamiento crítico como sustento de una educación emancipadora. Pensar y hacer realidad el eje de escuelas, comunidades y familias. Y sin duda, no se puede reflexionar sobre la ola de calor sin la transversalidad de la educación ambiental, la mirada sobre los modelos productivos depredadores y qué políticas necesitamos para hacer habitable y viable a nuestra madre tierra.
Finalmente, nos parece importante el planteo inicial, el futuro de la democracia, de la convivencia tolerante y pacífica (aun con las imperfecciones y carencias que tenemos) es lo que centralmente está en tensión en nuestra sociedad. Y a nadie la gusta vivir en la incertidumbre. Democracia con más derechos, afianzando los que ya tenemos. Para ello nuestros principales cuerpos normativos deben ponerse a resguardo, como garantía de que ningún poder los toque. Proteger la carrera docente y nuestra Escuela Pública, gratuita y común a todos y todas, con el desafío constante de hacerla cada vez más protagonista, viva y saludable. Defender la democracia significa un Estado a favor de las trabajadoras, trabajadores y sectores populares. De lo contrario la democracia se diluye, dejaría de existir.
En este marco, reafirmamos
-Defensa irrestricta de la democracia desde una perspectiva de derechos para todos y todas.
-Por una escuela pública, gratuita y popular. Por un mayor financiamiento educativo en el orden nacional y provincial.
-Por mayor infraestructura, conectividad, equipamiento y partidas para comedores escolares.
Pliego de reivindicaciones
-Pago adeudado y aumento de partidas de limpieza
-Aumento de partidas para los comedores escolares
-Provisión urgente de equipamiento para la seguridad en los edificios escolares y el cumplimiento de las condiciones mínimas establecidas en el acuerdo paritario para garantizar mejores condiciones laborales y de enseñanza y aprendizaje.
-Urgente liquidación por Complementaria de las diferencias salariales y lo referido a un sistema ágil para el pago en tiempo y forma del Código 029 de Compensación de Transporte
-Pago de todo lo adeudado a docentes de los programas socioeducativos de financiamiento nacional (PMI, FINES, EPS)
-Pase a Planta Permanente de todas las horas temporarias y cargos pendientes de estabilidad laboral.
-Emisión de todas las credenciales pendientes para el Nivel Secundario.
(unoer)