Nacida al sur del departamento Concordia, dueña de una belleza exuberante, fue uno de los íconos del cine argentino que se destacó en películas de alto contenido erótico. Falleció durante la mañana de este martes, a los 83 años.
Se llamaba Hilda Isabel Gorrindo Sarli pero todos la conocían como la Coca. Murió en la mañana de este martes a los 83 años. La semana pasada la habían internado en el Hospital Central de San Isidro: se había fracturado la cadera.
Nacida en Concordia, Isabel, que siempre se encargaba de aclarar que era “muy tímida”, se convirtió en un ícono pop al protagonizar películas como Carne, Fuego y Fiebre, entre otras. Los filmes fueron dirigidos por su pareja, Armando Bó, a quién señalaba como el amor de su vida.
Erotismo
Sarli hizo su primer desnudo frente a cámara en El trueno entre las hojas. Es muy recordada la escena en que Isabel nada sin ropa en un lago (y algunos parroquianos la observan con la boca abierta). “Me habían bautizado ‘la higiénica’ porque siempre aparecía bañándome”, confesó varias veces la actriz, con mucha gracia.
De origen humilde, y para ayudar a su madre, había empezado a trabajar como secretaria. Pero luego se dedicó al modelaje. En 1955, con 20 años, saltó a los primeros planos: ganó el concurso de Miss Argentina.
Con Armando Bó se convirtieron en una dupla muy importante en el mundo del cine: filmaron unas 30 películas (antes de conocer al cineasta había estado casada un año con Ralph Heinlein, un señor de familia alemana).
Censura
Aunque los censuraron varias veces y la crítica especializada los castigaba, no sólo triunfaron en la Argentina sino que llevaron sus películas a México, Paraguay, Panamá, Rusia, Japón y los Estados Unidos, entre otros países.
Casi siempre, sus películas se estrenaban a sala llena. Para eludir a los censores, que los acusaban de atentar “contra la moral y las buenas costumbres”, Bó y Sarli cambiaban los títulos de las películas y hasta modificaban las tomas.
Podría decirse que, en aquel tiempo, la belleza de la Coca competía con la de Libertad Leblanc. La diosa morocha versus la diosa rubia.
Verdadero símbolo sexual, Sarli siguió su carrera con intensidad hasta la muerte de Bó, en 1981, cuando sufrió una depresión y prácticamente se retiró de la actividad.
Aunque luego hizo algunos trabajos. A los 60 años volvió a la pantalla grande de la mano de Jorge Polaco en la película La dama regresa. En 1998, debutó en el teatro de revistas en la obra Tetanic.
También trabajó en televisión. En 2004 tuvo una participación especial en la telenovela Floricienta. En 2009, otra vez en el cine, Sarli participó en dos producciones: Mis días con Gloria y Arroz con leche. Con los años, algunas de sus películas fueron consideradas “de culto”.
En 2010, por ejemplo, la Sociedad Fílmica del Lincoln Center de Nueva York organizó un homenaje en su nombre y armó un festival con la exhibición de seis de sus producciones, «un ejemplo del cine kitsch de los años ’60 y ’70».
Final
Sarli vivía en su casona de Martínez, acompañada de sus mascotas. En los últimos años había tenido otras internaciones.
En 1992, la operaron de un tumor cerebral y se recuperó favorablemente. En 2011 también salió adelante luego de haber sido hospitalizada por un edema pulmonar. (diarioriouruguay)