Al presentar su primer informe de gestión del año en la Cámara de Diputados, el jefe de Gabinete Marcos Peña aseguró hoy que «el camino del desarrollo ya comenzó», e insistió en que la inflación «está bajando» y que el salario real «está creciendo desde hace un año».
«El camino del desarrollo ya comenzó. Muchas aquí plantearon en 2016 que lo peor iba a venir, que esto era el comienzo de una gran crisis económica, que estábamos destruyendo un desarrollo virtuoso de la economía. Rubro por rubro estamos demostrando que eso era falso», remarcó Peña al finalizar su intervención, antes de someterse a la ronda de preguntas y críticas de los diputados de la oposición.
Durante más de media hora de discurso, Peña puso énfasis en demostrar que la marcha de la economía va en buen camino, y que el crecimiento se está dando «sobre sólidos cimientos» y no «en muletas».
El crecimiento económico, el nivel de inversión, la situación de la industria, la reducción de la presión tributaria, del déficit fiscal y del gasto del Estado fueron algunos de los tópicos que el funcionario precisó en números, y que le sirvieron para abonar un balance positivo y una visión optimista sobre el rumbo económico.
-Inflación y crecimiento-
Peña aseguró que el Gobierno «está bajando la inflación» y que lo está haciendo «sin atajos con un tipo de cambio flotante y actualizando un atraso que era necesario corregir de las tarifas de servicios públicos».
«Estamos bajando la inflación. El año pasado fue más baja que en 2016 y este año va a ser más baja que en 2017. El año que viene también seguirá bajando y será más baja que este año», prometió Peña.
A su vez, el ministro coordinador salió al cruce de las versiones que indican que el Gobierno está obsesionado con planchar los costos laborales reduciendo los ingresos reales de los trabajadores a través de paritarias a la baja en relación a la inflación.
«El salario real está creciendo desde hace un año. Todavía tiene un espacio para seguir recuperándose», aseveró Peña, lo cual despertó muecas irónicas en las bancadas opositoras.
«Algunos planteaban que nuestro modelo planteaban que nuestro modelo de crecimietno se basaba en reducir el salario real. No consideramos que ese sea el camino», completó.
Por otra parte, el ministro detalló que el primer trimestre del presente año será el «séptimo trimestre consecutivo» de crecimiento de la economía.
«No teníamos en la Argentina una fase tan prolongada de crecimiento desde el 2011», destacó Peña, y agregó: «El año pasado la economía creció un 2,8 por ciento y alcanzó su máximo nivel de producción histórico. Para 2018 esperamos una mejora cercana al 3 por ciento, dato que se tendrá que precisar una vez que se sepa el alcance total del impacto de la sequía que afecta a nuestra producción agropecuaria», agregó.
Al respecto, acotó que será el primer «año no electoral» con crecimiento desde el 2010, terminando con un «proceso de suba y baja» que el país «arrastraba desde hace varios años».
«Este crecimiento es sano y sostenible. Está basado en cimientos sólidos que nos va a permitir crecer muchos años. A diferencia de otras experiencias recientes de crecimiento no estamos usando muletas ni incubando una crisis que después nos haga retroceder al punto de partida», subrayó.
Para fundamentar esta teoría, mencionó como botón de muestra el aumento de la inversión en un 11 por ciento durante 2017, por encima del promedio de la economía.
No obstante, admitió que sigue siendo un «índice bajo» en la comparativa con países vecinos.
«Para este año la estimación del ministerio de Hacienda es que la inversión será del 17 por ciento», indicó.
-Gradualismo-
Por otra parte, Peña ratificó el modelo de «gradualismo fiscal» para reducir el déficit primario, y al respecto detalló que el año que viene se reducirá del 3,9 al 3,2 por ciento «por lo menos», mientras que el déficit total, que incluye el pago de intereses de deuda, bajará del 6,1 al 5,3.
«Algunos nos piden ir más rápido y otros nos piden que vayamos mas despacio. Nosotros creemos que esta velocidad de reducción del déficit primario de un punto por año es lo que nos permite ordenar las cuentas del Estado y cuidar a quienes podrían sufrir la transición», sostuvo Peña, que recordó que este año el presupuesto contiene un 76 por ciento de inversión social, «el más alto de la historia».
Tras reconocer que para poder afrontar estos compromisos están «pidiendo plata prestada», vaticinó que cada vez se dependerá menos del financiamiento exterior» y anticipó que durante este año ya no se precisarán «más emisiones de deuda en el exterior».
Luego el funcionario macrista ponderó el descenso de la presión tributaria, que cayó del 32 por ciento al final de la administración kirchnerista al 30,4 por ciento en 2017, en tanto que estimó que el año que viene la tasa será del 29,8 por ciento.
Sobre el gasto público, dijo que «es la primera vez en 20 años» que cae en un contexto de crecimiento económico.
«Entre 2003 y 2015 el gasto del Estado casi se duplico hasta el 42 por ciento de la economía. Y del 2016 viene bajando y sera del 38 por ciento a fin del 2018. Es un proceso gradual», explicó.
-Déficit comercial-
Acto seguido, la mano derecha del presidente Mauricio Macri admitió que el déficit comercial del año pasado, que alcanzó el 1,4 por ciento del PBI fue «más alto que en los años anteriores, pero ni por cerca el más alto de la historia» como sectores de la oposición quisieron instalar.
«No hay una avalancha de importaciones. Ese dato es falso.
Estamos en un año de importaciones inferior al 2011, 2012 y 2013. No nos debe asustar el crecimiento de las importaciones si centralmente son de bienes de capital. Las importaciones crecen porque la Argentina está creciendo. Casi 8 de 10 dolares de importaciones del 2017 tiene que ver con la inversión o la producción», enfatizó.
Luego de señalar que países como Chile, Bolivia e Israel pudieron crecer durante muchos años pese a mantener déficit comercial, Peña resaltó que el esfuerzo debe concentrarse en aumentar el nivel de exportaciones.
«Logramos que volvieran a crecer las exportaciones en los últimos años. Hemos abierto prácticamente 50 nuevos mercados en estos dos años», festejó Peña, que dijo que no se puede seguir pensando «en el modelo de vivir con lo nuestro» porque «no hay una sola economía del planeta de nuestra escala que se haya desarrollado de esa manera».
En este marco, puntualizó que el sector exportador «más dinámico» durante el año pasado fue la industria, que «creció un 30 por ciento, el mayor ritmo de crecimiento desde el 2011».
En este sentido, desmintió que el Gobierno tenga como concepción la «primarización de la economía», y en cambio sostuvo que se piensa en «una Argentina competitiva y en expansión en todos los sectores».