Los legisladores de Bordet no están en condiciones de acompañarla así como se la plantea. Los nuevos operadores del gobierno nacional y la estrategia para convencer a disidentes.
El traumático acompañamiento de la reforma previsional hizo recalcular algunas cuestiones a los diputados nacionales por Entre Ríos. Los legisladores del oficialismo deberán pararse en el medio de la misma situación traumática: lo que pueda llegar a conseguir Gustavo Bordet ante el gobierno nacional y la defensa de los trabajadores.
Si los dos diputados que responden al Gobernador, Juan José Bahillo y Mayda Cresto, no acompañaban la iniciativa de Mauricio Macri en marzo se producía un “quebranto” en la provincia. Así de crudo lo afirma Bahillo ante Página Política.
A lo ya explicado por él mismo y el mandatario, el apoyo a la reforma significó 1.500 millones de pesos extra que no estaban previstos. Este monto, sumado a los 1.200 millones presupuestados por Anses, Entre Ríos cubre la mitad del déficit de la Caja de Jubilaciones que ronda los 5.200 millones. Esos son los números con los que cuenta Bordet para comprometerse en dejar a salvo el 82 por ciento móvil. El Gobernador podrá decir que la “armonización” reclamada hace décadas partirá, en su provincia, de un piso alto.
La reforma laboral es la próxima batalla de la administración Macri. Así como está planteada no cuenta con el acompañamiento del peronismo. Esa afirmación que la explicitaron en Buenos Aires referentes parlamentarios del peronismo repercute en la provincia. “Compartimos la apreciación de (Miguel) Pichetto, de que así como está, es imposible acompañar. Por otro lado, no vamos a escuchar solamente a la CGT nacional que por ahí dice una cosa y termina haciendo otra, sino que esta vez vamos a basarnos más en lo que conversemos con las centrales del interior del país, de nuestras provincias”, dijo Bahillo. E insistió: “Vamos a poner como prioridad a los gremios del interior”. Este cambio responde, también, a la reacción que provocaron las centrales locales, por caso la de Concepción del Uruguay.
El gobierno nacional quiere tratarla en febrero y, para eso, también cambió de estrategia. Según dejó trascender el macrismo en La Nación, las negociaciones serán con los diputados más que con los gobernadores. Esta reformulación parte de hechos que dejó el debate de la reforma previsional. Algunos mandatarios “no cumplieron” con lo acordado y a otros no le responden todos los legisladores. Este último caso es el más similar al entrerriano. A Bordet le responden sólo dos diputados y los dos senadores (Sigrid Kunath y Guillermo Guastavino).
El grupo de operaciones para trazar la nueva estrategia estará encabezado por el jefe del Gabinete, Marcos Peña, y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, por la Casa Rosada. Se complementarán, en la Cámara baja, con el presidente del cuerpo, Emilio Monzó, y con el jefe del bloque de PRO, Nicolás Massot. ¿Alguno de ellos llamará a Juan Manuel Huss y Julio Solanas?
Ante lo que se impuso en la prensa, no fue solo Frigerio quien negoció con los gobernadores por la reforma previsional, sino Peña. Fue el jefe de Gabinete, Emilio Basavilbaso (titular de Anses), Bordet y Bahillo, por ejemplo, quienes consiguieron los 1.500 millones pesos extra para la Caja. (paginapolitica)