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EL CONSUMO, CADA VEZ PEOR: LOS TRES INFORMES QUE MUESTRAN CÓMO CAE Y UN DATO ESTREMECEDOR DEL CONURBANO

Mientras que en el interior de la Provincia la retracción llegó al 30%, en la Región Metropolitana de Buenos Aires (RMBA) alcanzó el 38,3%, señala un informe del Banco Provincia. Por su parte, abril de 2024 mostró la mayor caída en la serie del informe que elabora la CAC.

La economía argentina atraviesa una severa recesión, lo que entre otras cosas se refleja en una caída sostenida del consumo. En el día de hoy, tres informes pusieron en evidencia esta situación. Según el último informe de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), el Indicador de Consumo (IC) registró un retroceso del 4,5% en abril de 2024 en comparación con el mismo mes del año anterior. Este dato profundiza la tendencia bajista, ya que en marzo de 2024, el IC había mostrado una disminución del 3,8% interanual.

Además, el Índice Banco Provincia de Consumo (IBP Consumo), elaborado por el Banco de la Provincia de Buenos Aires, registró en abril una caída superior al 35% en relación con el mismo mes de 2023, la más pronunciada en un año. Las compras en supermercados y alimentos se retrajeron un 21% solo entre abril y marzo últimos.

El IBP Consumo, un indicador del gasto de consumo por cliente con tarjetas de crédito y débito y la billetera digital Cuenta DNI, mostró en abril una abrupta caída de 35% interanual. Este dato, generado por el equipo de Estudios Económicos de Banco Provincia, releva los consumos realizados tanto en territorio bonaerense como en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Según el indicador, el impacto fue mayor en el Conurbano: mientras que en el interior de la Provincia la retracción llegó al 30%, en la Región Metropolitana de Buenos Aires (RMBA) alcanzó el 38,3%. La zona sur fue la más afectada con una caída del 43,4%, seguida por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con un 42,3% y la zona oeste con un 40%.
Si se analiza la evolución del índice entre abril y marzo de 2024, el rubro más afectado fue el de compras digitales, con una reducción del 55%. Sin embargo, el dato más relevante es la contracción evidenciada en supermercados y alimentos, que fue del 21%, mostrando una aceleración de la baja respecto al mes anterior. También resultó significativa la disminución de 18% en combustibles.

El equipo de economistas de Banco Provincia señala que el proceso inflacionario actual tiene un mayor impacto sobre el consumo privado que las anteriores aceleraciones inflacionarias. Los motivos incluyen políticas fiscal y cambiaria contractivas, caída del poder adquisitivo y un mayor aumento de precios de los bienes «inelásticos» en comparación con aquellos cuyo consumo puede sustituirse, como gastronomía, turismo, cultura y salidas recreativas. Como resultado, el deterioro de la demanda es mayor que en otras aceleraciones inflacionarias, no solo por razones macroeconómicas, sino también microeconómicas debido a la dificultad de sustituir los bienes y servicios que lideran las subas.

Por su parte, en su informe, la CAC destaca que el ingreso nominal promedio de los hogares argentinos en abril fue de $1.025.000, lo que representa una caída del 18% en términos reales. Las elevadas tasas de inflación continúan impactando negativamente en la capacidad de compra de los consumidores. Abril de 2024 mostró la mayor caída en la serie del IC, señalando una profundización en la pérdida del poder adquisitivo de la población.

El informe subraya que la tendencia negativa en el consumo se debe a la inflación persistente y a un reajuste del gasto de los individuos, que intentan reasignar sus recursos entre distintos bienes y servicios. En los primeros cuatro meses del año, el IC acumuló una caída del 3,4% en comparación con el mismo período de 2023, y se espera que la evolución negativa continúe.

Por su parte, hoy el INDEC informó que las ventas en supermercados cayeron un 9,3% interanual en marzo, una disminución más pronunciada que la registrada durante la pandemia. El acumulado de enero a marzo de 2024 presenta una variación decreciente del 11,5% respecto al mismo período del año anterior. Las ventas en autoservicios mayoristas también sufrieron una caída del 10,7% interanual en marzo, acumulando una baja del 8,5% en el primer trimestre de 2024.

El impacto de la inflación en el poder adquisitivo de los hogares se ve agravado por un contexto recesivo y un ajuste fiscal que incluye golpes a las jubilaciones. La efectivización del cambio en la forma de ajuste de la movilidad jubilatoria en base a la inflación pasada, junto con un bono de $70.000 para los perceptores del haber mínimo y ajustes salariales para los trabajadores formales, ha traccionado una leve recomposición del ingreso disponible, según la CAC. Sin embargo, estas medidas no han sido suficientes para revertir la pérdida acumulada del poder de compra.

En abril de 2024, la inflación mensual fue del 8,8%, con una interanual del 289,4% y una acumulada en los primeros cuatro meses del año del 65,0%. Aunque la tasa de inflación muestra una desaceleración, sigue siendo muy elevada, lo que limita las posibilidades de recuperación del consumo. Las tarifas de servicios públicos como gas y agua han sido uno de los principales contribuyentes al aumento de precios, incrementando los gastos en vivienda y disminuyendo el ingreso disponible de las familias.

La CAC señala que la variación intermensual del IC, descontando efectos estacionales, volvió a tener un signo positivo en abril, con un incremento desestacionalizado del 0,6% respecto a marzo de 2024. No obstante, las bajas interanuales en rubros como recreación e indumentaria fueron significativas, con disminuciones del 34% y 21% respectivamente.

El informe de la CAC concluye que, a pesar de la desaceleración en la suba de precios, no se vislumbran condiciones para un cambio de rumbo inmediato en la economía. De continuar esta tendencia de menor suba de precios y con la aparición de crédito a tasas más bajas, podría observarse cierta estabilidad en el consumo en los próximos meses. Sin embargo, el panorama actual sigue siendo de incertidumbre y ajuste, con un deterioro constante en el nivel de vida de la población.

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