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El mensaje Pascual del obispo de la Diócesis de Concordia

Monseñor Luis Armando Collazuol, Obispo de la diócesis que abarca Concordia, Federación, Colón, Federal y San Salvador emitió el tradicional mensaje al que tituló “Cristo resucitado es la alegría del mundo”.

Querida comunidad diocesana de Concordia, queridos amigos:

Celebramos la Pascua. Resuene, una vez más, el mensaje espléndido y jubiloso:

¡Cristo ha resucitado!

Ese Jesús, anunciado por los profetas, nacido en Belén de la Virgen María,

Maestro en medio del pueblo que esperaba un Salvador, reconocido solo por un puñado de discípulos, que amó entrañablemente, pero a quien muchos rechazaron, condenaron y crucificaron, ese Jesús, muerto y sepultado, es el mismo que resucitó verdaderamente en la mañana del tercer día. Jesús vive glorioso, habiendo vencido para siempre a los grandes enemigos del hombre, el pecado y la muerte. ¡Ha resucitado! ¡Es el Señor!

¿Cómo podemos hacer resonar este mensaje en el mundo?

Somos nosotros los testigos de esta Resurrección; somos llamados y enviados a ser la voz que quiere hacerse oír en cada ámbito donde se desenvuelve nuestra vida.

Somos la voz que repite el testimonio de los primeros que vieron a Jesús resucitado con sus propios ojos, le tocaron con sus propias manos, y conocieron la realidad de un hecho que sobrepasa victoriosamente los límites de la experiencia natural.

Estamos llamados a ser transmisores de una generación a la otra del mensaje vivificador de la resurrección de Cristo. Queremos ser la voz de la Iglesia misionera, sostenida por esta vida y esta esperanza.

Es el mensaje de fe, que, como trompeta angélica, hoy proclamamos una vez más en cielos y tierra: ¡Cristo ha resucitado!

En Jesucristo se cumple el plan de Dios, y en Él se revela abiertamente el misterio de la redención de la humanidad, oculto por tantos siglos: nos salvamos en Cristo.

Nuestro destino depende de Cristo; en Él encuentran solución nuestras angustias y perdón nuestros pecados, en Cristo el dolor cobra significado redentor, en Él la vida se abre a la eternidad feliz y gloriosa. Cristo es nuestra esperanza.

La resurrección de Cristo es manantial que fertiliza el drama humano en frutos de reconciliación, es la respuesta de Dios al problema del mal, es el origen de una vida nueva en cada uno de nosotros, en nuestras familias, en la sociedad. En Cristo resucitado brilla la dignidad de toda persona humana y de toda su existencia.

Hoy queremos mostrar un rayo de la luz de la Pascua a todos los que quieran verlo, y lo presentamos como un saludo, un regalo, un signo de nuestro gran amor.

Ese primer rayo de la Pascua que es Cristo resucitado ilumina ya a quienes tratan de llevar una vida cristiana; queremos que llegue a todos. Es alegría, como lo es el cristianismo, como lo son la fe y la gracia. Recordémoslo siempre: Cristo es la verdadera alegría del mundo.

En esta Pascua sean especialmente bendecidos con el consuelo divino quienes sufren, quienes padecen hambre y sed de justicia, quienes trabajan y se fatigan por la paz, quienes luchan para proteger y dignificar la vida.

A todos envío mi saludo de Pascua, deseando puedan dar al mundo el testimonio que necesita, el testimonio de la alegría verdadera.

¡Tengan una feliz Pascua de Resurrección en familia!

Luis Armando Collazuol

Obispo de Concordia

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