El Ejecutivo nacional dio marcha atrás a pedido del gobernador de Tucumán, Juan Manzur, quien anteriormente había transmitito las inquietudes por el impacto del impuesto.
Con el foco puesto en la necesidad de aprobación de la Reforma Previsional que se está tratando en el Congreso, el Gobierno nacional acordó con el gobernador de Tucumán Juan Manzur, eliminar la suba en el impuesto a las bebidas azucaradas que se encontraba previsto en el paquete de reformas tributarias. Se trata de una decisión anclada en la urgencia de obtener apoyo legislativo para el proyecto que plantea modificar la fórmula de cálculo de jubilaciones y pensiones.
«Por pedido del gobernador de Tucumán se eliminó el impuesto a las bebidas azucaradas», confirmaron a ámbito.com fuentes oficiales del Gobierno nacional.
Esta decisión se dio en el marco de las negociaciones que lleva a cabo el Poder Ejecutivo para lograr los votos necesarios para la aprobación de la Ley de Reforma Previsional.
En el primer texto que redactaron funcionarios del Ejecutivo, estaba previsto la suba del impuesto a una alícuota del 17%, la cual luego fue revisada y reducida al 12%.
Primer borrador.
Sin embargo, ante las quejas elevadas por el mandatario provincial y representantes del Centro Azucarero de Tucumán, el oficialismo cedió en el aumento del tributo, que finalmente no será modificado. La apuesta del Gobierno giró hacia la Reforma Previsional y concedió al Ejecutivo tucumano la eliminación de la suba a cambio del apoyo en los cambios propuestos al cálculo del régimen de jubilaciones y pensiones.
El aumento en la alícuota impositiva había puesto el grito en el cielo por parte de empresas de gaseosas. Una de ellas fue la firma Coca-Cola, quien puso en revisión su plan de inversiones en el país tras la noticia.
El secretario de Política Económica, Sebastián Galiani, ideólogo del tributo a las bebidas azucaradas, había adelantado a los representantes de la Cámara Argentina de la Industria de Bebidas sin Alcohol (CADIBSA) la posibilidad de reducir la suba propuesta en el proyecto. Sin embargo, en dicha reunión no fue puesto en consideración la eliminación.
Pese a la insistencia en continuar con el tributo, la urgencia de votos frente a la necesidad del Gobierno nacional de concretar la aprobación de la Reforma Previsional, discutida por diversos sectores políticos-sindicales, pesó más que las recomendaciones de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). (ámbito.com)