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Un paso adelante en el tiempo

INTERNA UCR: CÓMO VEN A LOS RADICALES “INCOHERENTES”

Los que promueven a Schneider para la presidencia de la UCR ven en la lista que encabeza Sosa la continuidad de una dirigencia que en los últimos 20 años llevó al radicalismo a ser un partido de minoría. Confían en que los afiliados castigarán la “incoherencia” de pedirles que voten por una lista donde se promueve llevar un candidato a gobernador de otro partido y en muchos casos también a un intendente.

La discusión interna en la UCR de Entre Ríos se ha vuelto interesante. No sólo por lo que implica para el proceso electoral en curso y la distribución de poder dentro de Juntos por Entre Ríos, sino porque las visiones sobre lo que pueda ocurrir el domingo 16 de abril (cuando los afiliados a la UCR voten para renovar la conducción partidaria) no pueden ser más contrapuestas.

De un lado, los dirigentes radicales que promueven la postulación a gobernador del líder del PRO, Rogelio Frigerio -que en alianza con los proponen para ese cargo al radical Fabián Rogel impulsan el nombre de Fuad Sosa para el Comité Provincial- aseguran que no tienen posibilidad alguna de perder el control del partido. Confiados, lamentan que un intendente “exitoso”, como Darío Schneider, se someta innecesariamente a una derrota.

Del otro lado, los miembros de la lista Cambio Radical, que encabeza Schneider y que es impulsada por los que proponen para la gobernación al diputado Pedro Galimberti, afirman exactamente lo mismo, pero a su favor. Aseguran que su armado es muy sólido en los 17 departamentos de la provincia y que el afiliado está harto de la dirigencia que ha mantenido en la oposición a la UCR las últimas dos décadas.

Es cierto que nadie va a una elección admitiendo de antemano una derrota, pero en el caso de la interna partidaria de la UCR no hay mucho de donde tomarse para evaluar cuál de los dos sectores tiene el diagnóstico más acertado. Eso, junto con el eje de la discusión puesto en el apoyo a Frigerio, es lo que la vuelve tan atractiva.

El voto por Frigerio

Además de confiar en la eficacia del armado territorial, en Cambio Radical esperan ser beneficiados por algo más difícil de medir, pero que perciben en el diálogo con los afiliados: el “problema discursivo” con el que cargan sus rivales en esta interna. “Van a invitar a votar a los afiliados radicales por una lista que promueve que el radicalismo no lleve candidato a gobernador en Entre Ríos”, señala un armador del espacio que no toma en cuenta la postulación del radical Rogel, porque lo considera funcional a Frigerio.

No sólo eso. Advierten que muchos de sus adversarios internos tampoco apoyan claramente a un candidato radical a presidente y varios militan por un aspirante a intendente no radical en las ciudades principales, como Paraná, Gualeguaychú o Concepción del Uruguay. “Esa es la primera incoherencia que los afiliados radicales están señalando”, aseguran.

Es la bandera que viene izando el sector de Galimberti y Schneider desde las PASO de 2021, cuando enfrentaron a Frigerio en las legislativas de ese año y consiguieron el aval de casi el 32% de los votos. Luego Galimberti recibió el apoyo de los dos presidenciables de la UCR, Gerardo Morales y Facundo Manes. Pero todo ocurrió con la mayoría de la dirigencia radical entrerriana jugando en la provincia para el ex ministro de Mauricio Macri y, al mismo tiempo, asistiendo al acto de lanzamiento de Morales en Buenos Aires.

“Renovación”

Para el sector de Schneider, los nombres que integran la lista de Sosa representan un radicalismo de 20 años sin vocación de poder. Los 20 años que gobierna el peronismo en Entre Ríos y en los que los radicales sólo paladearon el triunfo en elecciones legislativas nacionales.

El caso de Atilio Benedetti es muy representativo. Como líder de la hegemónica corriente Illia fue quien más encabezó la oferta electoral radical en estas dos décadas. Le fue bien como diputado en 2009 y 2017, pero perdió como gobernador en 2011 y 2019. Y nadie olvida la caída como senador en 2013 y su desistimiento de la candidatura a gobernador en 2015, en ambos casos en beneficio del candidato del PRO, Alfredo de Ángeli, con Frigerio como operador político. En 2021, Benedetti resolvió que ya no lo intentaría más y dio su aval a Frigerio.

Sosa es un veterano referente de la corriente Illia que lidera Benedetti. Y resulta coherente que haya presidido el Comité Provincial en 2015 cuando, por primera vez en su centenaria historia, el radicalismo de Entre Ríos no llevó candidato a gobernador, luego de que Mauricio Macri -por intermedio de Frigerio- le negara el pegado de boleta a los radicales Benedetti y Rogel.

En Cambio Radical contraponen a Sosa, como el símbolo de la “vieja dirigencia”, con la “renovación” que le adjudican a Schneider, con un perfil de dirigente “más acorde con lo que representa JxC: un intendente exitoso, reconocido por su gestión”.

La interna de la interna

En Cambio Radical ponen la lupa en la heterogeneidad del armado de sus adversarios, una manera elegante de decir que entre los radicales seguidores de Frigerio “no se pueden ni ver”.

Aseguran que en esa asociación de facciones tan disímiles, el nombre de Sosa no cayó bien. Más allá de su imagen personal, que por cierto no es la mejor ni dentro ni fuera de la UCR, Sosa significa que otra vez sea la corriente Illia el sector que termine imponiendo los principales nombres de la conducción partidaria.

Entonces se preguntan, cuánta fuerza va a hacer, por ejemplo, Evolución para posicionar de nuevo a la Illia. “¿Dónde están los hombres de Evolución en esa lista? Es un armado que no responde a la necesidad de cambio generacional”, observa un joven dirigente que milita para Galimberti. “¿Quién es el tributario de los votos que saque Sosa? ¿Benedetti, Rogel, Evolución, el PRO, los socios del PRO? De nuestro lado está todo más claro: el triunfo de Schneider va a ser el triunfo de Galimberti. Ellos tienen todo más confuso”, acota.

Aseguran que la lista de Schneider tiene para el 16 de abril un panorama muy favorable, derivado del armado que se extiende a los 17 departamentos (y no sólo a Chajarí y la zona de influencia de Crespo) y de un acuerdo competitivo en la capital provincial con el varisquismo residual que lideran la diputada Lucía Varisco y su tío Humberto. En el padrón radical, Paraná es el distrito con mayor número de afiliados.

Hasta el final

En Cambio Radical niegan terminantemente que su objetivo sea –como afirman sus adversarios– mejorar su posición para negociar con Frigerio. Recuerdan que ya enfrentaron al líder del PRO en 2021 y afirman que no hacerlo en esta instancia les implicaría pagar un costo muy elevado por su contradicción con el discurso que vienen sosteniendo. Estarían haciendo lo mismo que critican, pero agravado.

“El problema es que ellos dan por sentado que la disputa del poder es siempre amagar para después sentarse a negociar. Es el problema que tiene hace 20 años el radicalismo con esta forma de entender la vida política. Ellos aceptan y entregan la conducción de Juntos por el Cambio a Frigerio y a partir de ahí negocian espacios”, resume un armador de Schneider. (paginapolitica)