El tribunal de juicios y apelaciones, por mayoría, hizo lugar al pedido efectuado por el Ministerio Público Fiscal y dispuso la prisión preventiva del ex ministro Pedro Báez, condenado a seis años y medio de prisión por delitos de corrupción. Será alojado en la unidad penal, en la misma celda donde se encuentran el ex gobernador Sergio Urribarri y su cuñado, Juan Pablo Aguilera.
El Tribunal de Juicios y Apelaciones dispuso la prisión preventiva de Pedro Báez y ordenó la inmediata detención y el traslado a la unidad penal del ex ministro condenado a seis años y medio de prisión por el desvío de fondos públicos para promocionar la figura de Sergio Urribarri como candidato presidencial en 2015.
Los jueces Julián Vergara y Elvio Garzón hicieron lugar al pedido efectuado por el Ministerio Público Fiscal y ordenaron la inmediata detención del ex ministro. La jueza Carolina Castagno, por su parte, se mantuvo en su postura y, si bien coincidió en que existe un riesgo de fuga, rechazó la prisión preventiva de Báez.
La decisión se basó en la existencia de riesgos procesales, en virtud de que la condena de Báez ha sido confirmada por la Cámara de Casación Penal y que dispone de recursos económicos, vinculaciones políticas y partidarias y que ha desarrollado emprendimientos comerciales de importante magnitud. “Frente al escenario de tener que pasar un tiempo prolongado privado de la libertad, no resulta descabellado pensar que pueda fugarse”, aseguró el juez Garzón.
El magistrado reiteró los fundamentos que había dado ante el primer pedido de los fiscales para la prisión preventiva de Urribarri, Báez y Aguilera, y que fueron tomados al pie de la letra por la Cámara de Casación Penal.
No obstante, consideró que “los riesgos adquieren una dimensión diferente en cada etapa procesal y ahora no se trata de una persona sospechada de la comisión de un delito, sino que estamos ante una persona condenada y cuya condena ha sido confirmada, obteniendo el doble conforme”. Esta circunstancia, a su criterio, acrecienta el riesgo de fuga y “habilita a dejar de lado la regla de que todas las personas deben transitar el proceso en libertad”, advirtió.
La nota la dio el juez Julián Vergara, que hace unos meses había considerado que no correspondía dictar la prisión preventiva y ahora cambió su postura. Lo hizo en base a los criterios fijados la Cámara de Casación Penal y consideró que a Báez le caben las mismas condiciones que al ex gobernador Urribarri y su cuñado, Aguilera.
La jueza Carolina Castagno, por su parte, se mantuvo en la postura que había tenido cuando los fiscales solicitaron la prisión preventiva de Urribarri y Aguilera. Si bien coincidió en que existe un riesgo latente de fuga, consideró que existen “medidas alternativas” a la restricción de la libertad.
“Hay un amplio abanico de opciones antes de llegar a la prisión preventiva”, dijo la magistrada e insistió en aplicar medidas “menos gravosas” hasta que la condena quede firme. En ese sentido, se inclinó por mantener respecto de Báez la prohibición de salir de Paraná, donde ha fijado domicilio, mantener la caución real de 20 millones de pesos y aseguró que el ex ministro no ha incurrido en ningún incumplimiento.
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