“Los números son sumamente complejos”, dijo Matías Martiarena, el director de la Federación Agraria en Entre Ríos. Señaló, además, que campaña 24/25 se llevará adelante sobre la base del endeudamiento. Desde la entidad volvieron a pedir la segmentación de las retenciones.
La situación que atraviesan los pequeños y medianos productores agropecuarios “no es de las mejores, sobre todo, en la agricultura”, dijo Matías Martiarena, el director de la Federación Agraria Argentina (FAA) en Entre Ríos, dado que “los números son sumamente complejos y con los precios de los commodities a la baja, que hace que los márgenes brutos sean negativos en maíz, soja y trigo, dependiendo de la tecnología que se use”.
El dirigente federado, en diálogo con el programa Sexto Sentido, que conducen Jorge Ballay y Pablo Lescano por Radio Costa Paraná (88.1), además, señaló que el panorama se complica aún más porque existe “muchísima presión inmobiliaria” en lo referido a los alquileres de los campos. Recordó, en este sentido, que el 80% de la agricultura en Entre Ríos se hace en campos arrendados y eso “influye enormemente en los números”.
La realidad, remarcó, es que “a los productores de una escala mediana a chica hoy se les hace muy complejo poder llevar adelante la producción, sumado a que venimos con la pérdida del capital de trabajo después de tres sequías consecutivas”. Si bien la última campaña fue “relativamente buena” en términos de rendimiento, “no alcanzó para poder cubrir las deudas anteriores”.
Esta situación, entonces, condiciona la próxima campaña porque se llevará adelante sobre la base del “endeudamiento, ya sea por tarjeta, por acopio, por canje o por lo que fuere, y con un margen negativo·, y, la verdad, “es que a uno le da muchísimo miedo tener que endeudarse porque a veces las cuentas no se terminan cubriendo”, agregó.
– ¿La baja del impuesto PAIS puede favorecer la importación de insumos y llegar a reducir algunos de los costos?
– Es la esperanza que tenemos, pero para alcanzar una campaña rentable debe haber una mejora en los precios de todos los commodities de alrededor del 15%, y el impuesto PAIS no creo que pueda reflejar esa magnitud.
Segmentación de las retenciones
Martiarena, ante este escenario, reiteró un viejo reclamo de la Federación Agraria. “De lo que hay que hablar acá es de una segmentación de las retenciones que son las que se llevan puestas la rentabilidad agraria”, enfatizó.
“Nosotros, desde la Federación Agraria, proponemos que las primeras mil toneladas de todos los productores que producen en Argentina tengan un diferencial en los derechos de exportación, y eso, al que produce en menos de mil hectáreas, le repercute en el 100% de su producción. Eso, sin duda haría, sobre todo en el maíz, que es uno de los cultivos más caros y que es tan necesario para nuestra provincia, ayudaría”.
– ¿Han charlado con gente de Agricultura de Nación para ver si esto es posible?
– Con los medios tecnológicos que hoy tenemos es totalmente posible. Solamente se necesita voluntad política para hacerlo. Y, en ese sentido, nosotros estamos haciendo las propuestas necesarias y esperemos que eso se dé.
Sumado también a que en la provincia tenemos nueve cadenas que están abocadas a las economías regionales y el 80% de esas economías regionales, su principal cliente es el consumo interno, que hoy está totalmente deprimido y eso repercute enormemente en la carne, en el cerdo y en la avicultura en alguna medida.
La realidad es que si el poder adquisitivo de todos nuestros vecinos no mejora, nosotros realmente vamos a estar complicados también porque son nuestro principal cliente.
– ¿Qué tanta espalda tiene el productor como para aguantar esta situación?
– La rebaja en el impuesto PAIS en los costos finales tienen un impacto de entre 1,5 y 2%, dependiendo de la tecnología.
Hay que sumar, además, el costo financiero que es lo que el productor hoy no tiene porque el capital de trabajo lo perdió por las sequías y por diferentes cuestiones.
Nosotros tenemos mucha llegada a las cooperativas de la provincia y las cuentas corrientes del año pasado no se pudieron terminar de cubrir por todo lo que se perdió anteriormente.
La realidad es que la situación es compleja y los productores de mediana escala no tienen la paciencia que el Gobierno nos solicita y no es una cuestión de no tener paciencia. Es una cuestión de la realidad productiva y sumado a eso una presión, como decía al principio, inmobiliaria en los alquileres de los campos en donde hay grupos que han subido los arrendamientos 200 kilos amén de una pérdida de 50 dólares por hectárea.
– Los exportadores están pidiendo una devaluación. ¿Cómo impactaría en los pequeños productores?
– Hay un universo de productores en el que cuesta catalogar a cada uno. Para el que tiene el cereal sería un beneficio. Los pequeños y medianos, que ya vendimos, la vamos a ver pasar como hemos visto pasar varias.
Lo que se necesita de acá hacia adelante es certidumbre. La mejor medida que se puede tomar para no afectar la inflación y poder recuperar el poder adquisitivo es la baja de las retenciones.
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