Favorecidos por el cambio, en solo tres días, 10 mil uruguayos ingresaron al país, mientras que Concordia fue la ciudad que más visitantes recibió, con un total de 3.100 extranjeros.
Favorecidos por el cambio, los habitantes de los departamentos vecinos de Paysandú, Salto y Fray Bentos cruzaron a Entre Ríos para cargar los tanques de nafta y llenar sus baúles con ropa y alimentos.
Según datos de Migraciones, el fin de semana pasado, el paso de uruguayos en los cruces fronterizos de Colón, Concordía y Gualeguaychú creció un 30%, con respecto al primer fin de semana de agosto, cuando el dólar estaba lejos de su valor máximo. En solo tres días, 10 mil uruguayos ingresaron al país, mientras que Concordia fue la ciudad que más visitantes recibió, con un total de 3.100 extranjeros.
El límite de los cinco kilos
Sin embargo, la Dirección Nacional de Aduanas de Uruguay activó (en menos de 24 horas de la devaluación) una medida que limita el paso de mercadería a cinco kilos de comestibles y, a partir del próximo miércoles, los precios de combustibles en las ciudades fronterizas bajarán hasta igualar los costos con las estaciones de servicio argentinas. Hasta ahora, hay una diferencia de unos $ 17 por litro a favor del precio local, según publicó Perfil.
Concordia, Colón y Gualeguaychú, beneficiadas
Esta disposición que pretende proteger la industria uruguaya generó el malestar de los comerciantes argentinos. «No se puede limitar lo que la gente quiera hacer. Estamos tan mal económicamente que cualquier venta nos viene muy bien», dice Diego Lago, presidente del Centro de Industria y Comercio de Concordia.
«Lo primero que hacen es cargar nafta. Con lo que se ahorran en combustible, van a pasear, comen en un restaurante y compran ropa», cuenta Vanesa Bouvet, dueña de la YPF y un supermercado en la ciudad de Colón, ubicados sobre la RN 135 a pocos metros de la frontera.
Mario Giménez, dueño del restaurante El Parral de Colón, refrenda el dato: «Durante los últimos fines de semana, tres de cada cuatro autos son uruguayos». «Por lo que cuesta un menú acá, en Uruguay no alcanza ni para una pizza», afirma.
En Gualeguaychú, en tanto, los comerciantes cuentan que la tendencia se repite, pero que, antes de volver a su país, «pasan por el hipermercado a comprar alimentos». En el centro, Ivana García vende ropa para niños y adolescentes. Asegura que los orientales «se llevan de a cuatro bolsas llenas cada uno».